Diferencias entre hombres y mujeres hay miles. No sólo a nivel físico sino a niveles psicológicos incluso. Pero seguramente, de entre todas esas diferencias que se pueden encontrar, la más intrigante de todas es la capacidad de memoria que tenemos nosotras.
Una amiga me comentó que el hecho es real: según lo que ella leyó, las mujeres tenemos mayor memoria por un tema hormonal, capacidad que se incrementa con la menopausia. Y ahí, queridas mías, el quid de la cuestión de este blog: tanta memoria nos lleva a ser un poco resentidas. O como diría Maitena, ‘No soy resentida, me cabe la venganza’. Ja, un poco no? No se me hagan las tímidas, ahondemos un poquito más en este tema.
Esa manía inconsciente de almacenar minuciosamente hechos, palabras, acciones, frases que él nos dijo. Algo así como si cierta parte de nuestro cerebro estuviese especialmente diseñada para archivar. Claro que nuestros documentos en carpetas son ases en la manga para traerlos en momentos clave, formando parte de una densa red de argumentos usados claramente en su contra, siempre que sea necesario.
Tenemos esa facilidad de almacenar, una inexplicable e increíble capacidad de guardar. En el momento, esquivamos con pura diplomacia una posible guerra. Sonreímos y hacemos gala de una eficiencia que raya la extrema lógica. Total, estamos seguras que tarde o temprano, podrá ser usado a fines más productivos que nos dejarán más beneficios. Contamos con que ellos casi ni recuerden esas cosas que hicieron y que en su momento preferimos guardar. Pobres, cada tanto se bancan planteos que se juntan con otros pasados para darnos más fuerza para, aunque sea, ganarles por cansancio.
Sin contar el hecho de que esta suerte de tiempo entre el suceso en cuestión y el día que decidimos traerlo a flote, lleva esa otra cualidad nuestra tan característica: la fucking manía de hacernos la cabeza. No sólo utilizamos eso que hizo hace dos semanas, sino que encima tuvimos dos semanas para replantearnos el hecho completo! Léase: las posibilidades de respuesta que pudiésemos haber dado, la cantidad de gestos con los cuales nos dijo lo que nos dijo y todo sumado al exhaustivo análisis de la repercusión que tuvo en nosotras eso. Claro, dos horas ya es suficiente para barajar todo tipo de hipótesis, imagínense un tiempo más prolongado. Para nosotras es como una fuente de argumentos a favor nuestro listos para ser usados. Y claramente, los usamos cuando menos lo esperan.
Y queridas, todas sabemos que la realidad es que esta táctica no sólo se aplica a las relaciones ella/el. Entre nosotras cada tanto lo vemos suceder. Y qué peor que una de estas herramientas de memoria usadas entre nosotras. Pufff, si se han visto deterioradas amistades o al parecer cosas que eran amistad por retener información. Mi mamá siempre me dice ‘no te muerdas la lengua vos, eh’.
En fin, es propio de nuestra esencia, y al parecer tiene un correlato a nivel científico que avala nuestra particularidad tan extraña, pero cada tanto fructífera de recordar.
Rencorosas, nosotras? No, nada que ver. Pura memoria.
Resentidos de aquí y de allá, entrada tarde, hoy estuve ocupada con cosas de la facu, impidiéndome subir la reflexión de hoy. Espero que disfruten del finde que viene, con Halloween, disfraz y excusas para divertirse, porque detrás de un antifaz, puede estar ese que se la está perdiendo.
Gracias por la buena onda! Y voy a empezar a contestarles sobre lo que me cuenten en los comentarios, así no les lleno el comentario que les hago en sus blogs. Gracias por el aguante!