Tengo una duda existencial: ¿por qué no nos gusta el que gusta de nosotras?
Así de simple. Estuve preocupándome por ese hecho.
Porque es una situación más que conocida el estar atrás de alguien que no nos da toda la bola que nos gustaría. Y nosotras, fieles a ese hecho ilógico de seguir peleando, nos sigue sacando el sueño un posible imposible. ¿Qué le vemos a lo complicado?
No, ni idea, pero me empecé a preguntar por qué siempre una se encuentra en esa situación de incertidumbre: este me da bola, pero no me gusta; ese que no sé si me da bola, a mi me encanta. Ni siquiera sé si me da bola! Está chequeado eso? Pero que problemón, de esos psicológicos, claro.
Esa atracción por lo difícil, por el misterio de ‘será eso un palo’? Será eso que me tira onda? ¿Qué mierda será eso?
La ecuación pareciera ser algo como esto: menos bola = más interés. Pero realmente me llena de intriga lo complicadas que podemos llegar a ser. Esto de ser indirectamente directas con frases mentales del tipo ‘No, mejor no le hablo yo, así no piensa que estoy re atrás de él.’ Por qué!? Es justo lo contrario! Quiero hablarte para que me notes de una vez por todas, gil!
Siempre hay alguno dando vueltas, pero quien más nos pretende generalmente, no nos hace sentir como ese otro. Lo peor es que creo fervientemente que ese otro, en el 50% de los casos, ni siquiera estamos seguros de si hay algo o no.
Es una tira interminable (por suerte) de historiales, de mensajes y charlas que mantenemos con el susodicho, todo potenciado con esa intriga y juego de ‘seducción’ previo al realmente saber si este nos da la bola que queremos. Esas conversaciones que mechan actualidad, pasado y algunas insinuaciones que nos encantan. Porque estamos (o queremos estar) seguras que como todo, siempre es cuestión de tiempo.
Porque al fin y al cabo, supongo que el quid de la cuestión sobre el porqué no nos gusta quien gusta de nosotras, es porque siempre hay alguno además que nos vuelve locas. Locas porque nos hace inventar excusas, temas, inquietudes, todo sólo para llamar su atención. Nos ponemos el gorrito de constructoras y de a poco vamos armando eso justo que queremos.
Si, no puede ser tan complicado, porque yo recuerdo que hubo un momento en que coincidí todos los tantos: él gustaba de mi cuando yo gustaba de él.
Es que es así, siempre hay alguno que se la está perdiendo.
Resentidos, ya somos 51! Tenemos más seguidores que entradas! Gracias por el aguante, tírenme buena onda que esta semana y la que viene, es tiempo de parciales. Menos tiempo para preocuparme por el idiota!
Saludos!
Pero qué lindo día de sol! Qué lindo comienzo para la primavera, la estación del amor! Si, bueno, esas cosas que a nosotros los resentidos miramos con ojo crítico y cierta acidez. Bueno, la parte de los amores prometidos que florecen a la par que el calendario cambia de 20 a 21 de septiembre, lo demás está todo bien. Te banco primavera, a ver que me mandás este año.
Acorde con los festejos, me fui con unas amigas a escuchar estos recitales gratis. Una de las bandas era La Mosca (si, viste? Todavía cantan) y me quedé pensando en esa canción que dice ‘todos tenemos un amor que nos complica la vida, todos tenemos un amor que nos rompe el corazón y nos complica la vida’.
Listo. Lo dijo todo el pelado con anteojos.
Todos tenemos ese puto amor que renace no sólo en primavera sino que es como esa piedra en los caminos que siempre está. Uno trata de hacer que no, es más, uno lo cree. Uno fervientemente sabe que ya está, que en realidad no nos importa. Pero cuando te querés dar cuenta, tu actitud madura se fue al diablo. Siempre por a o por b, terminás nombrándolo, pese a que venías con un record de meses de frialdad, otros chicos, y muchos menos escritos que lo involucraran. Si, cuando menos lo esperás, te encontrás otra vez hablando de él, aunque lo que digas sea una bardeada. Es así como un reflejo, casi involuntario.
Creías que lo tenías todo controlado, que tu pequeño mundo por fin le hacía caso a tus planes, pero nunca falta quien te lo nombra y ahí va, todo otra vez.
Lo peor de la historia, es que quizás ni nos da bola! Lo cual le da un tinte mucho más psicótico al asunto. Pobre tipo, no te tiró ni un centro, pero vos ya lo odiás de antes.
Es una especie de sombra que anda cerca, por más de que ni hables con él! Nos complica la vida pero por invención nuestra, porque pobre tipo, él ni siquiera nos dice nada. Ves? Cómo querés que me ponga!? Te morís porque te hable, pero sólo para decirle que igual vos no querés hablar con él.
Con este tipo de fantasmas, siempre es una cuestión de orgullo. Quien cae primero. Y si él no cae, después del período en que despotricamos un poco, con esas bardeaditas inofensivas, viene la calma otra vez, a ese cómodo lugar en donde la frase favorita es ‘Igual, no me importa’. La gloria, cuatro palabritas.
Esto es muy nosotras, esto de tener a alguien siempre evocado por nuestra mente aunque sea. Alguien que tiene el rol multifacético de complicarnos y divertirnos, quererlo y odiarlo. A que ya estás recordando el tuyo. Nos rompe el corazón y nos complica la vida. Pero lo bancamos, que sin él, no habría blogs, canciones, ni libros. Voy a cerrar esta entrada con una frase de Katy Perry, ella lo dijo en un recital: ‘Exes, gracias, ustedes son una increíble inspiración para nosotras!’ Tiene razón. Dale gracias a tu piedra en el camino, mientras no tropecemos otra vez, todo vale. Estamos todos seguros que alguien por ahí se lo está perdiendo.
Feliz primavera, resentidos! Ojalá que nos traiga a todos un poco de amor, o algo así. Mañana cumplo veinte años chicos. Quería contarlo acá también. Gracias por la buena onda de siempre, y dale que llegamos a los 50 seguidores!
Los banco, gracias por bancarme.
Atención: para el mejor disfrute del siguiente texto, leer el párrafo que está en cursiva con voz de bolud@, con tono burlón si se quiere.
Desprevenido te encontrás con esto en tus noticias recientes:

‘Buen día mi vidaa, quería desearte que tengas un re lindo día, y que
sepas que te reee amo, y que ya te estoy extrañaaando, me re gustaría tenerte
acá conmigo, porque hace frío y quiero que me abracesss, te amooo!’
Obviamente le sigue una de esas contestaciones con la misma (o más) innecesaria melosidad.
Esta manía que tienen los enamorados, ojo, no todos, algunos se limitan a fotos juntos con pedazos de canciones, lo cual me parece más elocuente, y en mi mente no lo leo con voz de ‘teestoycargando’.
Pero volviendo al punto, esta gente al parecer era normal, simpática y coherente, hasta que un día, se enamoró y chau. Te cagó toda la parte razonable. Sostengo que esto es evidente en el primer trismestre de relación, es cuando a vos desde afuera te pega el shock de lo boludo que está tu amigo o vos mismo, porque no. Yo admito la melosidad hasta ese punto. Cuando, gracias a Facebook, uno puede encontrarse con la cantidad de dedicatorias entre tus contactos y sus novios, novias, festejantes, pretendientes, chongos, etcs. Si, hay gente que le escribe cosas tiernas a los chongos, y NO!, error, a los chongos no hay que hacerles eso. Para jugar al novio, el chongo no está.
Cuestión, qué necesidad?
Qué necesidad de tener que encontrarme con esas cosas, eh? Claro, acá me sale la acidez propia de alguien que no tiene de quién estar atrás. ¿Qué esperan de mi? Soy así de simple.
Loco, uno ya está preocupado por la soledad y te aparecen estas cosas! No quiero saber de vos y tu novio, dejen de publicarlo. Y encima publicarlo así, sin la más mínima consideración por crear un pequeño texto de tinte amoroso, sin esa seguidilla de ternura justificada por tu amor incondicional y repetición de vocales para darle énfasis a todo ese cariño.
Será esto de resentida elevado a la máxima potencia? Será? No tenemos respuesta, y quizás nunca la tengamos. Pero todo se reduce a lo que le dije a mi mamá el otro día, después de contarle esto:
-Ma, por favor, si alguna vez me ves así, decimelo, que no te de miedo. Decime ‘Ash, pareces una pelotuda’, así te doy más bola, y fijate que no escriba así, que le diga cosas lindas, bueno, está bien, pero que sea todavía de una persona cuerda…
Si, a riesgo de quedar como una poco romántica (que no soy), mi futuro novio disfrutará de una selección de dedicatorias tiernas pero en pleno uso de lo aprendido en semiología.
Pero en fin, cada uno es como es, y mientras uno sea feliz, que no te importen lo que te dicen los limones como yo, total a nosotros no nos importa tu miel.
Jjaaja, chicos, me voy a estudiar, recuerden resentidos de aquí, de allá, de todas partes: alguno por ahí se la está perdiendo.
Antes de irme, TheFuckingTrue, muuuchísimas gracias por tu comentarioo! En serio! :) Lo que si, dejame el link de tu blog y paso encantada a verlo, pasa que desde el nombre de usuario no me da acceso porque no tenés la opción de dejar ver tu perfil. Así que, pasá la dirección, que chusmeo! Una vez más, muuuuchas gracias! A vos, y lo hago extensivo para el resto de ustedes que se toman unos minutos para leer estas bardeadas. Ah si, entradas.
Ash is off!
Hoy voy a recordar una de esas cosas que vos, por lo menos una vez en tu vida, seguro hiciste. En medio de cualquier relación o desde cualquier ámbito de la vida, yo encuentro esta cosa de meditar lo que uno va a decir, al punto de ya tenerle preparado el guión a tu chico. Porque en tu mente ya vas pensando qué decirle, cómo decirlo y no sólo eso, sino qué además ya tenés las contestaciones que querés que te de!
Clásico de los clásicos entre amigas realizar lo contrario, detallar lo dicho. De ahí una prepara el discursito íntegro, complejo y el que más se ajusta a nuestras necesidades para la próxima charla con él. Esto de preparar lo que uno quiere decir se observa más en las primeras instancias de cualquier relación que se presenta como próxima, y ahí entre los nervios, nos respetamos más o menos eso que pensábamos en decirle. Pero la táctica del speech preparado antes, cual presidenta, se hace casi indispensable en los peores momentos.
Es ahí cuando, con amigas en el mejor de los casos, o en medio de ese terrible insomio que tiene nombre y apellido, te pones a pensar en qué decirle. Lo peor es que evidentemente esa imposibilidad a dormir por su culpa, ya te lleva inevitablemente a seguir por ese camino de la charla posible que se arma en tu cabeza.
Yo no sé si les pasó a ustedes, quizás no es tan típica, pero hay un momento de esos en donde sentís que ya todo se está yendo a la mierda, pero que obviamente no podés dejar que sea así. Y cuando uno cuenta al resto lo que pasó, y sabiendo que vos también tendrías que poder decir ‘si, es un idiota, lo odio, no quiero pensar más en esto’, ese discurso de tus amigas/amigos/confidente que parece ser la solución, no te convence. Claro que no te convence! Porque lo peor de todo este círculo vicioso es que por más que vos sabes que no da para más, la respuesta que querés escuchar es la que ya te hiciste también ‘pero tratá igual’. Es que tenemos esa manía de querer convencer al resto de que no está tan mal seguir un ratito más y seguimos con esa idea de poder controlar lo que nos dicen.
Pero lo peor, peor, peooooorrrr de planear qué decirle a él es que aunque intentemos, aunque llevemos el guión impreso, incluso si nos armaríamos unos cartoncitos con el discurso, nada de todos esos artilugios nos serviría. No sólo no nos sale lo que queríamos decir, sino que por esas cosas de la vida él es ese que nos desconcentra, nos pone más idiotas y nos hace el speech más difícil.
Pero bueno, en cuestiones de guiones, el amor no es el indicado. Lo divertido de eso es que nunca sabes que va a pasar. Así que disfruten igual. Y sino, sigan como yo, que seguramente alguien por ahí se lo está perdiendo.
Buen resto de semana, un gran finde para todos, y disfruten del sol.
Saludos!
Acabo de encontrarme conversaciones viejas guardadas, algo así como de dos años atrás. Algo así como del último que importó. El último que cagó todo. Ja, no mentira, le doy un punto, porque terminó bien. La cagó después y yo me enteré tarde, y en tiempo pasado, cosa de que no me haga deshojar margaritas, ni mucho menos. Me enteré sólo para tener un poco de bronca sana por momentos. Siempre puede ser peor, vieron?
La cuestión es que ver que todavía había restos de eso por la compu me hizo meditar dos segundos lo siguiente: hace cuanto que no estoy así? Y me agarró la dualidad de minita superada. Porque así como la pasé re bien, la pasé reeeeeeeeeee maaaaaal! Jajajaja hubo altos y bajos, y fijate lo que duró para que hubiese tanto, onda cosas que no te dejan poder decidirte en si guardarlo en una estantería a la vista, o subirlo con esas otras cajas que no usas más. Uf, que difícil la hacen.
Pero volviendo al tema, que en realidad no es por él, sino por el hecho que, por más que uno no entienda que mierda le pasa, porqué de repente lo odiamos y después con dos palabras nos tiene otra vez ahí, cómo es que ahora te emocionan cosas que antes no, y cómo mierda es que se meten las putas mariposas en los estómagos!? Lo dije, porque para nosotras, muchas veces, incluso no tener un problema califica como tal. Y extrañar estar en esa sensación de sonreír por cualquier cosa y estar tonta, se extraña?
Primero me doy crédito a mi misma por no extrañarlo a él, ahí si se pudre todo. La cosa es que no sé, esa problemática amorosa, esa serie de contradicciones que lleva el enamoramiento en cierta etapa, es divertida. Es como que me sale la veta masoquista! Pero admito que tiene su encanto todas esas situaciones tontas que para nosotras en ese momento son algo así como los sucesos más importantes que incluso pueden llegar a marcar un momento importantísimo en nuestra película que ya tenemos planeada con él.
Si, el amor nos pone idiotas, y decimos que apesta! Pero que bien que la pasamos enamorados, porque por más que tengamos esos días negros y feos, esa sensación (aunque no lo crean) se puede extrañar.
Un poco, eh.
Resentidos de aquí y de allá, la resentida que escribe hace rato que no se enamora, pero mientras todos esperamos por alguno que nos cause esos problemas que en el fondo nos gustan, digamos juntos: alguien todavía se lo está perdiendo! Si, vos idiota, vos te la perdés! Jajajaja
Gracias por bancarme y esas cosas copadas. Ojalá que sobrelleven la lluvia y si pueden no ir a donde tienen que ir, háganlo por mi.
Buen finde a todos!