Todas hemos llegado a este punto en algún momento de nuestras vidas. Es un momento de reflexión, de repensar lo hecho y deshecho. De mirar hacia atrás, hacer una retrospectiva de todo lo que te pasó, mirar tratando de responder la única pregunta que no para de darte vueltas en la cabeza…Cómo carajo me pudo gustar este pelotudo!?
Pero claramente! Desde que todo terminó y quedó en la comodidad de ‘los buenos tiempos’, cada tanto nos agarra la resaca de recuerdos, e inevitablemente de tanto en tanto nos preguntamos cómo fue que terminamos con alguien así? Nos salen unas puteaditas inofensivas, que no aclaran demasiado el panorama. Porque otra vez se nos presenta esa fucking dualidad en la que si ponemos en la balanza todo lo malo o lo que nos molesta de él, automáticamente tiene un peso igualado en que todas esas cosas lo hacen ser, a la vez, lo que nos encantó. O encanta? Eso para otra entrada.
Vos sabés como fue todo. Te acordás de cada detalle, de cómo te hizo caer despacito, feliz de tenerlo a él para que te agarre. Pero también rememorás aquel detalle que contribuyó a la ilusión, o como te mantuvo en vela por noches enteras, como te hizo estar como una boluda por la vida, y hecha un trapito después de la decisión de que la cosa no iba más para ningún lado. Esos besos que esquivaron, la charla prometida que tardó en llegar, el momento de enojo repentino, en el que decidiste que era un total y completo idiota. Esas cantidades de consejos de todo ser con uso de razón que te decía que tenías que dejarlo, que no le hablaras, que lo eliminaras. Esas lagrimitas que se te escaparon por esa extraña mezcla entre tristeza y bronca. Por qué siempre con mezclas?
Será que tienen razón por decirnos histéricas? Pffff, ni ahí, sabés por qué nos pasa esto? Por tu culpa!! Mirá lo que me hacés pensar pedazo de tarado! Me hacés pensar en vos aunque todo se terminó hace rato. Siempre varada en esa situación de intriga, de saber si te odio más de lo que te quería.
Pero en fin, lo quisiste. Pero nada le quita lo tarado que es. Porque esas cosas negativas siempre quedan en el presente, él no fue. Si, fue, pero es. Si, es un pelotudo. Y otra vez, cómo fue que terminamos en esta vorágine de hormonas adolescentes?
Todo ese encanto que alguna vez te pudo, hoy te hace poner cara de WTF!?, ahora que ya estás en otra etapa de tu vida, lejos de las redes del señorito en cuestión. En un ataque de intentar resolver esa puta x que representa su relación, te ponés a leer conversaciones antiguas. Ya lejos de ese masoquismo post relación que tan divertido era. Ves que eran dos boludos, que les re gustaba tenerse ahí. Que definitivamente no eras la única que se entretenía con esa relación. Te das cuenta que al pelotudo le gustaste.
Y ahí respirás profundo, y en una especie de epifanía llegás a una sana conclusión. No, no es que te gustan los pelotudos, sino que fue en ese momento lo que necesitaste. Lo que te hizo sonreír más de una vez. El universo seguirá su curso, ahora que llegaste a un acuerdo con vos misma. Una vez que reconociste que fueron en esos tiempos en los que este simpático personaje te hizo bien, y mal. Pero lo importante es centrarnos en las totalidades y lo que es aún más significativo, poder mirar el pasado, recordarlo, pero seguir para adelante.
Y si vamos a hablar lo hacemos con propiedad: hay que aceptarlo, ese gil valió la pena.
Muchachada, el finde se nos viene cerquita. Salimos de uno para meternos de lleno, dentro de un día, en otro. Así que, aprovechemos la semana corta, para tratar de alargar ese viernes y sábado. Y no se olviden, que ante cualquier duda, sólo deben repetirse para si mismas: ‘Alguno todavía se lo está perdiendo’.
Saludos y gracias!
En esta era cibernética en la que vivimos tenemos infinidades de posibilidades para unirnos, encontrarnos y conocernos. La pared virtual que nos ofrecen las redes sociales nos hace de escudo para que, de tanto en tanto, podamos presentarnos a los demás con menos ataduras y prejuicios. Y en este contexto de aparente protección (no, no me voy a meter en nada raro, sigan leyendo), sucede lo que creo que la mayoría alguna vez hicimos. ¿Quién no hizo uso de MSN o Facebook para no tirar palos, tirar vigas, tornillos, el martillo, las tejas, los obreros, tirar casas enteras para hacerle saber a ese único idiota todo lo que nos pasa? Es increíble la influencia que a veces tienen en nosotros una simple ventanita que titila, o un comentario en un muro, blog, o lo que sea. Y este es nuestro mundo hoy, que tendrán nuestros nietos?
Pero en fin, volviendo al tema central: culpable de infinidades de frases e indirectas hacia él incontables veces! Sabiendo que las palabras se pueden malinterpretar, igualmente jugamos con esa idea de misterio y causa-efecto que nos da msn por ejemplo. Centremosnos en ese sencillo programita para charlar.
Tan simple como de un par de ‘Holas’ pueden surgir tantas demás cosas. Y las tontas declaraciones vía msn son tan simpáticas que todos las hemos utilizado. Tirar palos de hogar a hogar por un simple cablecito y sistema de ondas y vaya uno a saber que otras cosas, es demasiado increíble. Las que después terminan siendo culpables de infinidad de relaciones, llantos, malentendidos pero seguramente mucha diversión. Quién no hizo uso de esto para el propio goce y el intento de conquista, o está ocupando muchísimo mejor su tiempo en la web o realmente está menos divertido. O tiene novio. Claro no? Ja.
Pero del club de las solteritas sin apuros, tenemos aliados invaluables a la hora de emprender campañas de planes de construcción de casitas vía internet, o dar contestaciones magistrales que lo dejan pensando que habrás querido decir. Si, y estamos hablando de esas cositas amarillas, chiquitas, con ojitos. Basta de diminutivos, son ellos las estrellas de las conversaciones: los emoticones, emoticons, smileys o ‘las caritas’. Es el caballito de guerra crucial para darnos a entender. Citemos:
‘Naaah, igual no me pareces lindo :P (JAAAAA !!!!)
‘Tu novia no te entiende, vos tendrías que estar con alguien que sea más para vos (: (Si, yo, date cuenta, gil.)
E infinidad de ejemplos más podemos encontrar, revolvé en tus historiales y dame la razón. Clásico de los clásicos es esa bendita cara con la lengua afuera. La que nos salva y usamos para todo. Para cuando nos reímos, para cuando decimos alguna boludes, para cuando tiramos altas indirectas, para todo. Nos escondemos detrás de esa formita amarilla para darnos entender. Nos hace quedar como que, tonto, en realidad no es tan en serio. Ppfffffff, la cantidad de veces que la he usado para fines maléficos con potencial a conquistar al otro, haciendo menos real lo que era sabido por cualquiera.
Y como ya sabrán, soy fan de escribir, de las letras, de las frases, sobretodo de las frases, fraseo mucho, y me re divierte utilizarlo para quedar como una lady, pero también soy fana de la gente real. No nos quedemos en un ideal que presentamos vía msn o cualquier otra red, salgamos a mostrarnos en serio. Busquemos, encontremos y no nos enamoremos de ventanitas. Seamos reales y demostremos que somos lo que leen y más.
Ojo con los encuentros con gente desconocida eh, cuídense de eso, pero usarlo con ese compañerito que te ronda, y bueh, que se le va hacer, una tiene que hacer sacrificios. Aprovechemos las bondades de la tecnología, pero no nos olvidemos de eso que mostramos llevarlo a la realidad. Si podemos, si somos geniales.
Vamos todavía, mensaje más que positivo. Y ya saben, alguno se lo debe estar perdiendo, háganselo saber con un palito, ramita, arbolito. Lo que quieran.
Muchas gracias y buen FINDE LARRRGO! Aprovechen :)
Acá la más enervante, por más que justifique lo resentida siempre por lo mismo, esta vez es muy real. Esta te pone loca en serio, pero mal, mal. Díganme si no hay algo más molesto que aquel príncipe falladísimo de fábrica que trata por todas las vías conquistarnos. Todos los truquitos se los sabe: te habla, te invita, te convence. Te conoce, y sabe que decirte.
Y vos, lamentablemente, también lo conoces. Sos totalmente consciente del peligro que representaría uno de esos en tu vida. Esos que sabes que de entrada no te duran para siempre. Medio poco fiel, medio descuidado y totalmente chamuyero, usador de retórica que conquista para mal. Vos lo sabes, y es por eso que evitás por todos los medios posibles caer en esa red. En donde tu araña es bastante linda pero como buena mosca, no te dejarás envolver fácilmente. Pensás lógicamente, no querés meterte en algo que después cuesta salir.
Hasta acá todo bien. Pero en determinado momento el chico se vuelve insistente. Lo cual crea la grieta perfecta para comenzar a dudar. ¿Y si en realidad dice la verdad? ¿De verdad le interesa estar conmigo? Todo parece indicar que si y comienza a preocuparte un poquito. Los ‘Y si’ aparecen más constantemente, y dudás y dudás. Y repensás y meditás. Toda una tarea psicoanalítica te mandás en algunas semanas. Y es el punto de inflexión que hace cambiar todo. Acá es cuando de un momento a otro, eventualmente, mandamos todas las suposiciones a la mierda y decidimos que lo mejor será probar, quizás él esté diciendo todo de verdad.
Semanas divinas pasan: con mensajitos, salidas, cines, charlas, msn. Perfecto todo por donde lo mires, y empezás a decirte a vos misma ‘che, que bien que hice, no era para tanto al final…’ No, obvio, tonta! Que te pensabas!? Y así vivís una historia muy linda. Qué bonito, qué alegre.
Y cuando carajo esta historia se convierte en historieta? Si, el momento que todos estábamos esperando, ese que hace explotar todo sistema interno femenino.
Se borró. Si, luego de conquistarte, y hacerte caer en él, el tipo empieza a no darte la misma bola, de repente tiene ataques de soledad en donde vos no te podés acercar, momentos de histeria masculina que te descolocan. Pero qué pasó!?
Nada más detestable que el hombre que nos hace rendirnos que luego desaparece. Y lo peor es que, lógicamente, una al principio trata de buscarlo, de comprenderlo. Luego de darte cuenta que al final el tipo es más complicado que aprender hablar latín en menos de un día, optamos por la vía más sana y aconsejable de todas: la ira. La bronca a ese tarado que después de hacernos pensar que éramos las princesas que encontramos al príncipe detrás del sapo, por esas jugadas del destino caemos en la cuenta que ese hechizo duró poco. Idiota total, qué pretende de nosotras? Porque la señorita arrastradita que lo busca por unas semanas se acaba rapidito, eso tenelo en cuenta.
Y ahí nos encontramos en una vorágine de mala onda super sana que lo único que hace es alivianar la tensión provocada por él. Ojo, puede haber quienes de ellos tengan razones válidas, pero hay otros tantos que nunca explican nada. Y de esos hay que, no cuidarse, yo aliento al probar y dejar que quedarme con la duda, con ese tipo de chico hay que manejarse con cautela. Paso a paso, disfrutando de todo, para que en el momento en que nos encontremos en ese punto histérico máximo, sepamos bajar, volver a nuestro cauce, y olvidar más lento más rápido eso que nos molesta. Total, él se la pierde, y evidentemente todavía hay otro que también se la está perdiendo.
Saludos a todos, y gracias.
Y pasen unos findes fenomenales, llenos de amigos, fiestas y alguna que otra distracción.
Te pasaste tres días llorisqueando por ahí. En esos tres días además tuviste repetidos e intensos ataques de ira aparentemente inexplicables. Cada vez que veías una película de índole amorosa, rápidamente procedías a atarte las manos para no romper todo, cambiabas el canal, o aún mejor, la dejabas para descargarte enojada con todos los personajes por lo ilusos que pueden ser : ‘No, vos sos tarada? no le digas que si! No te das cuenta que es un idiota! Como todos, idiotas!’. Y que ni se atrevan a ponerte primeras notas de cualquier canción amorosa. Eso sería declararte la guerra.
Esa situación de frustración promedio puede ser la desembocadura de infinitos temas. Pero hoy vamos a tratar de uno particularmente extraño, retorcido y que nos deja demasiado en la nada.
Como siempre partimos de esa base característica: te encanta. Pero de esos amores que no es que no son correspondidos, de esos que todavía no se dieron cuenta que nos tienen para él. Con esos que charlás bastante tiempito, con los que te emociona hablar. Esos para los que encontrás la excusa perfecta para alguna miradita, alguna sonrisita, cualquier cosa que puedas poner a tu favor a vos te ayuda en la conquista. Al parecer, estamos en el camino correcto: él nos ayuda a construir ladrillo a ladrillo una posibilidad de acercarnos cada vez más. Pero muy bien, toda una estratega.
Pero todo puede cambiar en la vida tan rápido y después de una frase el mundo comienza a colapsar. Todo muy lindo y emocionante hasta que este muchachito dice apenas unas palabritas maléficas para tu sistema.
A mitad de una charla, él te tira:
Che, te puedo preguntar algo?’
Vos, súper contenta, porque eso puede significar muchas cosas, contestas que si, claramente.
‘Mira, pasa que, viste que vos sos re amiga de Flor?, Qué onda ella?’
Algo no anda bien. Nada bien. ¿Cómo Florrr? Con arrastre de erre que comienza a generar cierto efecto en alguna que otra neurona y algún que otro tick.
‘Si, porque, no se, creo que me gusta.’
QUÉ!? QUÉE?! POR QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!?!?!!?! Si, así de simple pum, destrucción de sueños fase 1 completada. Y vos como una lady, tenés que salir de ese temita lo más airosa que puedas. Aferrándote a tu dignidad femenina y conteniendo gritos, bronca y alguna que otra lagrimita.
‘Ahh, si, no se. Chau me tengo que ir.’
A falta de mejor plan, retirada con bandera blanca (o alguna carilina, no se).
Y acá empieza el verdadero dilema, que creo que no tiene una solución aceptada en la generalidad de la vida. Qué carajo hacemos cuando el tipo que nos gusta, gusta de nuestra amiga!? Porque una vez sobrellevada la noticia todo puede cambiar según el escenario en que se encuentren nuestros actores. Hay veces que una sabe cuándo debe correrse, y al fin y al cabo, el tipo no tiene la culpa de que le guste ella (un poco por ahí no? Jaja) y soportar algo así no está nada bueno. Podés optar por la opción de despacito, despacito alejarte de él, porque la verdad que a no sé cuantas de ustedes pueden hacer la gran ‘por lo menos es mi amigo’. Mentira, para mi. Es imposible, además, seamos sinceras, te ves dándole consejos sobre que regalarle a Flor para decirle que la quiere? No, mejor pásenme un poco de veneno y me voy tranquila. Jajaja, no chicas, no a eso. Sólo digo que yo no podría soportarlo, me alejaría y en alguna de esas se me pasa primero. Hay que cortar por lo sano cada tanto.
Pero hay veces que es más complejo, como cuando del vamos les gustaba a las dos. ‘Que elija él’ la sana competencia entre amigas tiene sus riesgos, pero ambas partes tienen que saber que al fin, la decisión la tiene él, y entrar en el juego siendo conscientes de eso. Y nosotras como amigas, sabemos que después de todo, tipos van y tipos vienen, las muchachas se entretienen, pero lo único que nos quedará son esas amigas que nos bancan siempre. Aunque suene trillado y parece que me tragué a Cris Morena, no hay que dejar que un hombre se interponga entre nosotras. En estos casos lo mejor que podemos hacer es tratar todo como verdaderas señoritas, y hablando mal y pronto, saber comerse con sal y algún que otro condimento el garrón de saber que a él le gusta ella. Porque como siempre digo, todo por algo pasa, y quizás este no era el indicado, y aunque a veces parezca que el mar que nos prometieron, estaba lleno de peces, no parece ni haber rastros de plancton, no bajemos los brazos. Nademos crol contra la corriente si es necesario, quien te dice, que te encuentres un pez con todas las letras. Total ya lo sabemos, que en mayor y menor medida, todos son unos pescados, y más que seguro que alguno se lo esté perdiendo.


Queridas y un par de queridos míos, como siempre gracias. Con la entrada anterior, si les interesa, ya lo relajé todo. Gracias a Sandivina por el consejo. Y para esta entrada, gracias a Noe que propuso el tema. Y si quieren, abrí un mail para que compartan sus historias o propongan temas, lo que quieran. Que acá la historia es ponerle onda a la histeria. Envíen lo que se les ocurra a resentida-tuabuela@live.com.ar
Muchas gracias a todos, y que tengan un lindo finde.