Ah, pero que bien. Te levantás una mañana y te parece que los pajaritos cantan más alto, como saludandote. Que el sol está más radiante, que si hay nubes, vos ves igual ese sol, que nunca nos deja. Sentís que ese sueño fue reparador. El olorcito del café que te vas a tomar ya te esta acariciando la nariz. Todo forma parte de una melodía intangible que llenará tus días…SI, nada mejor que despertarnos un día con la total convicción de que ese tipo ‘ya fue’. Esa increíble sensación de rotas cadenas se hace tan evidente para una misma que podríamos amanecer sonriendo y cantando esa asquerosa y pegajosa canción pop que tanto te molestaba. Porque hoy ya no te molesta, porque lo superaste. Te cansaste de estar atrás de alguien que no lo valía. Hoy sos una mujer nueva, lista para conocer nuevas cosas como vos. Cada músculo festeja con alegría tu logro. A partir de hoy no te puede más. Que bien, que bien, que bien.
Pero bueno, creo que nosotras muchas veces, independientemente de aquellas que me digan ‘pero yo estoy bien sola’, nos damos cuenta que dejamos atrás un imposible por un hecho que al principio muchas veces es imperceptible. Casi ni lo notamos, pero sucede y de a poco se va viniendo más al umbral de nuestra conciencia por tanto tiempo liderada por un mismo idiota (de cariño lo digo, obvio). Entonces muchachas, ese otro espécimen que ni considerábamos en el escenario entra en juego casi inmediatamente que el otro se despide de nosotras. Cuando nosotras lo despedimos, si es nuestro don y maldición, mantener esperanzas en ese perfecto tarado. Es así que entre la algarabía de nuestra liberación, eco de un feminismo innato en nosotras, comprendemos que en muchos casos puede ser peor el remedio que la medicina.
Si, estoy reivindicando el dicho de ‘un clavo saca a otro clavo’. Es cierto! No instantáneo ni nada de eso, es paulatino y constructor a medida que nos vamos sacando de la cabeza al otro. Sabés por qué? Porque este tipo nuevo te intriga el doble que el boludo que no sabés porque no te da bola! Querés conocer más de él, notas que te interesas en sus perfiles webs, en charlar con él. Chicas, les tiro la posta, una se da cuenta que terminó con uno, PORQUE EMPEZÓ CON OTRO!
Si, ahora estás completamente atrás de uno nuevo, uno que ni sabes porque te gusta, pero te re simpatiza, y caes en ese vórtice de emoción hormonal y por sobre todo NUEVO. Eso es lo que lo hace verdaderamente valer la pena, que es ocuparnos de uno nuevo. Es como la etapa anterior, pero más interesante. Generalmente suelen ser más complicados que el anterior, pero es requisito fundamental para alimentar nuestra necesidad de superación. Crear nuevas estrategias, siempre tiene ese gustito.
Y todo esto no sucede porque nosotras tenemos una tendencia a querer estar siempre con alguno, no! No es así, que te pensás que me divierte andar histérica intermitentemente porque me tocó relacionarme con un ser que en realidad no estaba lo suficientemente interesado en mi y que yo la paso bomba haciendo masoquismo como deporte extracurricular? No, juro que no. Mi punto es que como lo fue el Renacimiento para marcar el comienzo de la edad moderna, nuestras banderitas van con nombres y diferencian momentos de gloria propia cuando decidimos ocupar nuestras mentes en cosas que nos renueven, aunque sean parecidas a las anteriores. Sólo que como sabemos, de los errores se aprende, y más de tres veces (con el mismo) no vale equivocarse. Estos ciclos de reciclaje de sentimientos tienen una sola función queridas mías: son para divertirse y ser felices por sobre todas las cosas. Entonces a darle para adelante con nuestro proyectito nuevo. Quien te dice, podría ser el que se lo perdía. O no, pero por lo menos, VOS YA FUISTE TARADO! Y entretenernos con nuevos pretendientes, nunca hizo demasiado mal a nadie.
Buen finde a todos, no dejen de disfrutar, háganme el favor!

1 Comment

  1. Yami A. On 22 de abril de 2010, 7:10

    Es cierto che. Me está pasando eso, y la verdad no tiene nada de malo. Mientras te haga sentir bien..
    Muy lindo Ash, suerte!