Mirá que hemos hablado de tipos que nos hacen la vida un tanto más divertido con un dejo de histeria. Y eso que creo que ya casi estamos nombrando a todos los tipos de tipos. Pero creo que nunca hablamos de este en particular, que tiene la facultad de hacernos quemar la cabeza, que nos intrigue y que a la vez, nos hace estar esperando el momento a saltarle a darle un golpecito acomodador de ideas (Como que el patrón es parecido a todos no?) Acá te va, esa especie de chico que creías que nunca te iba a tocar…El lento.
UFFFFFF el leeento. Lento para todo. Para entenderte, para sacarte esa indirecta que hasta te costó tirarle, para invitarte a salir, para saludarte en el msn. El lento en estos momentos donde todo va rápido. Una cosa es el romanticón, que a todas nos puede un poco. Por mucho que queramos esconderlo, a todas nos sale la Susanita cada tanto.
Pero el lento, lo que tanto nos pone a caminar por las paredes, es que el tipo nunca nos hace estar seguras de nada: si está atrás tuyo, si va de costadito porque le da cosa ir adelante, si no te da bola, si piensa decirte alguna vez si le pasa algo o no…Nada, sólo suposiciones que encima tenemos facilidad de idear, como siempre. La duda no sólo es la madre del conocimiento, sino que además el pasaje a no dormir por alguno que otro día, porque al pelotudo este no le cazás una. ‘Por qué me gusta!?’, pensás, y si no era este era el otro! Se sabe que siempre va a haber algo que le ponga gustito a toda esta ensalada de hormonas adolescentes mezclado con diálogos de series y películas que se te meten en la cabeza. Uff, lento, tirame una!
Con él no alcanza comerse la uñas, la ansiedad de saber qué es lo que le pasa por la mente nos supera al punto de llegar a comernos los codos. Este muchachito en cuestión es de esos que tus amigas no llegan a dilucidar si son muy tímidos o simplemente son boludos. Están a flor de piel casi tan expectantes como vos por saber que te puede decir esta vez.
Vos, obviamente le tirás centros, izquierdas, derechas. Te hacés la interesante con indirectas, con directas. Le mandás cartas documentos, señales de humo y nada. Ya no sabes que hacer para que el tipo se entere (o se anime) a invitarte a algo o por lo menos a que te diga si vale la pena tanto trauma suelto.
Lo peor es cuando vos ya intuís que algo de química tienen, pero nunca estás del todo segura porque no sólo no te da un indicio, sino que encima a la primera que puede te cambia el tema. Vos ahí estás, con todas las cartas sobre la mesa, jugando a lo que se puede, y el tipo te desconcierta con temas que nada tenía que ver con lo que vos querías hablar. Claro, con todo lo que te cuesta, a duras penas encaminás para ese lado la conversación y el te salta con el clima. No, si me querés hablar del día, no me mires como me miraste el otro día!
Igual, de los lentos el peor es el que te tira una de que efectivamente, hay onda. Pero no te activa una salida, un encuentro, una vuelta manzana. Nada.
Malísimo. No la harían más fácil de última diciendo que no? Hombres, son simples, pero de verdad que cuando quieren son complicados.
Resentidos, tírenme buena ondaaaa, última semana de parciales! OH YEAH!

1 Comment

  1. Carolina. On 17 de noviembre de 2010, 13:26

    yo no soy de andar de andar con esa clase de chicos, no podria, soy re ansiosa cero paciencia y si el flaco es lento chaaaauuuuuuuuuuu!


    los peores son los flacos esos que saben que le das y vos tambien sabes que el te da, pero no hace nada! va mejor dicho si dice y todo eso, pero JAMAS te van a decir de salir, pero si te van a incentivar a vos a que se lo digas. jaja muy putos, calienta conchas (?